El primer paso para empezar a escalar como un hombre funcional de la sociedad, fue independizarme, acabé la U y dos años después ya me independicé, siento que fue demasiado tarde, porque yo ya había conocido amigos en Europa que a sus 20´s o 19´s habían salido de sus casas y eran autosuficientes. Por el contrario mi mente vaga decía << así me criaron >> jajaja la gana de buscar excusas que justifiquen mi lentitud, aunque en mi defensa iba a salir antes, pero por la pandemia (jajaja está bien, sin excusas). Les juro que a partir de ahí, todo en mi vida cambió, aprendí a trabajar los viajes que hacía eran más productivos. Importante señalar que previo a ello ya había viajado un montón de veces, ya había conocido a los primeros empresarios, pero yo no guardaba coherencia con mi discurso y la frase que me animó a dejar todo y seguir fue <<Quiero ser empresario y sigo viviendo en la casa de mis padres>>, 🤣 sí, se escucha terrible esto.
En fin cuando vives solo, aprendes a vivir con tu soledad y de alguna manera a quererte, para ese entonces todo el mundo me decía: <<de adrede te independizas y pagas arriendo si vives en Loja mismo>>, dentro de mi mente había un propósito más grande, entrenarme a mí mismo en una ciudad pequeña para poder vivir tranquilo en una ciudad grande. Luego de ello lo único que pensaba en mi cabeza era tratar de reunir dinero para sobrevivir, sacar para hacer mercado y demás, lo justo. Eso era lo que cabía en mi cabeza.
Luego fui a vivir a Quito, ya sabía cocinar (para no morirme), no soy un experto, no me quejo, pero mi mentalidad era la misma, sacar dinero para sobrevivir, aún no tenía esa percepción de abundancia. Solo quería demostrarme a mí mismo que podía cambiar mi realidad o lo que por realidad socioeconómica me tenía que tocar.
Sin pensarlo, no me había dado cuenta y había sacrificado: familia, amigos, amor. Es decir ya vivía solo, en mi cabeza solo pensaba que tenía que sacar para el arriendo y para la comida, qué tiempo voy a tener para pensar que era lo que estaba sacrificando.
Conforme pasó el tiempo, fui conociendo más empresarios, más gente. de otro mundo más amplio, fuimos creciendo con la empresa, eventualmente fruto de estas conversaciones creamos la empresa en Estados Unidos, no fue idea mía, solo que todos los que eran exitosos la tenían, yo me dije a mi mismo, ¿Por qué yo no puedo?. Luego me di cuenta, por qué no podía, porque ni si quiera sabía en lo que me estaba metiendo. En nuestra oficina hay una frase pegada en la pared, es una bienaventuranza «Bienaventurados los ignorantes, porque ellos serán felices». Los que han ido la habrán visto, es justo por esto, porque si que he sido valiente para meterme en terrenos desconocidos, pero como mi ignorancia no me dejaba ver con claridad los grandes riesgos o los grandes miedos, yo iba feliz arriesgándome sin medir las consecuencias. Por ello agradezco siempre no conocer todo, caso contrario no se llegaría lejos.